jueves, septiembre 12, 2013

no olvidar

en ese tiempo, yo escribía

ese tiempo de la hamaca y de estar contigo
el desempleo y la bici

yo escribía, y eran anchos los días

pero también estaban los perros
y tu rabia
no debo olvidar eso

Nunca

Digamos que hoy es martes. Entonces yo te contaría que hoy retorné al agua. Mirando tus ojos te diría que eso bastaría para toda la semana. Después del agua, nada: ni los días, ni las personas, ni el hacer, ni el decir. Esta semana solamente sucedería el agua.
Y aunque no te lo diga, y aunque nunca te lo vaya a decir, fue gracias a ti, y a pesar tuyo.

miércoles, septiembre 11, 2013

errante

hay una hamaca a la cual yo pertenezco
hay una casa que es la de mi vida
hay unas ventanas (dos) que son de mis ojos para mirar el cielo y los mangos
hay un suelo caliente para mis pies
hay unas noches que me llaman para que las huela
donde los pequeños hijos y las preguntas
y el agua tibia. y los sonidos de las puertas abiertas. y el sofoco de la siesta. y las hormigas en la cocina.
es mi casa (digo errante)
sólo quisiera
por favor madre: volver

lunes, septiembre 09, 2013

domingo

La mayor parte del domingo lo había pasado sola, porque los hijos se fueron a media mañana. Levantarse recién por la tarde, lavarse, vestirse, almorzar. Y al volver a su casa, junto a su cama, primero en la torre de libros, aquél. Ya había leído dos veces las primeras páginas y lo había dejado. Pero esta vez era diferente, era un domingo y estaba sola. Entonces la cama, acomodar la almohada como cuando estaba en casa, tirarse a leer. 
Fue como entrar en la vida íntima de unos cuantos. Como leer la vida de unos cuantos. Triste y repetitiva, enclaustrada, sin esperanza. La rutina. Su rutina, su desesperanza.
Pero hubo algo más, algo nuevo. Una manera nueva de decir, más allá de lo íntimo. 
Al final de la tarde cuando llegaron los hijos, también para ella (una vez más) las palabras habían sido una bocanada de aire limpio en el momento justo. Aún sabiendo que todo seguiría dando vueltas hasta la muerte.

viernes, septiembre 06, 2013

debería

debería darme vergüenza escribir, así me dijo: debería darte vergüenza escribir desde la casa prestada de tus padres, debería darme vergüenza escribir desde la herencia negra del hombre-dueño empreñando a las mujeres de mi casa.

debería. rotas las palabras.

está de astillas hecha mi cama.