viernes, marzo 19, 2010

Un tiempo

A veces me abraza el silencio. Pienso: quién soy. Muchas respuestas. Todas moribundas, pasajeras, transparentes (una mujer camina atajando entre sus manos la herida). Me descuidan las palabras, se enredan. Luego intento: tal vez ya lo haya dicho todo. Es así, las letras son el destilado de los días, todos revueltos, enmarañados mordiéndose el pescuezo. Puede ser éste el tiempo de juntarlos, cargarlos y atormentarlos de nombres, lugares. Miedos.

Algunas noches, también escribo. Agazapada, como lamiendo heridas, escribo para mí.

1 Comments:

Anonymous anadelejos said...

no, también para mí, para ella, para él, para ellos...

11:18 a.m.  

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