sábado, diciembre 02, 2006

Enjaulados

Suceden cosas dentro de cuerpo. Le pasan cosas que no sé, que no entiendo. En realidad no es ‘nuestro’ cuerpo. Es de sí propio y apenas lo habitamos. Pensamos que eso es todo, pero no.

Hay rincones de carne, caprichosas células que no conocemos. Quizá la desesperanza anide en alguna y se multiplique maligna, sin nosotros saberlo. A cada instante avanzando ella y su aliento denso.

Entonces alguna noche, o al alba, en algún momento, aquella porción lacerada nuestra quizá penetre los días, sea parte de la cama, nos traspase su cuchillo cortante de nada, su veneno doloroso de nada, de carne cansada, y nos haga temblar de miedo quizá, y nos haga llorar. Y puede ser también que al cabo de un tiempo (siempre corto, nunca suficiente) cuerpo muera, y nosotros implorando en vano, nosotros enclaustrados enjaulados dentro de él, todavía presente y abrazable, pero ya vencido y silencioso.