martes, noviembre 14, 2006

Desgarra

Debe haberme olido antes de llegar. En cuanto me ve, viene hacia mí. No entiendo el gesto, y cuando él se lanza, yo corro. Intento huir. Me persigue. Quiere tomarme. Escucho su agitación enchinando mi columna vertebral. Cada vez más cerca, más feroz.

Cuando ya vencida me alcanza, ataca: me tira al piso y agrede sin piedad. Arranca mi ropa, desgarra mi piel. Encaja los dientes. Muerde y tritura.

Después, cuando yo no esté, relamerá mi sangre en su boca. Dirá que no le importa.

Que no me extraña.

1 Comments:

Blogger un ciclista said...

Me gusta, me sirve tu versión, Carlatania; no recurres a la truculencia.

9:35 p.m.  

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