martes, noviembre 22, 2005

La noche

No se puedo olvidar la noche, el vacío de la noche, el filo de la espera. Mi cuerpo aprendió la noche, como otros aprenden el hambre.

Se arrebuja en mi vientre la noche.

Mirará ella a través de mis ojos, y de mi cuerpo brotarán cuchillas.

No soy yo, es el amargo aliento de lo vacío.

No logro arrinconar aquella noche: el deslizarse de los autos, los aullidos de los gatos, la cortina blanca de mi ventana. En mi adentro, el silencio, el vacío entrando, escarchado y tajante.

No soy yo, es alguna mujer
cargando su noche.

1 Comments:

Blogger un ciclista said...

Gracias por este texto, Claudia.

11:56 a.m.  

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