miércoles, agosto 01, 2007

Razones

Ha llegado el silencio hasta mi boca, y no termina de pasar. Así, cuando el hombre me habla, cuando me cuenta sus cosas y me dice sus días, lo escucho y nada digo. No digo por ejemplo del joven que vi hoy en el mercado y que parecía enfermo, y que poco más tarde vi tirado en la acera, recostada sobre el dintel su cabeza durmiendo. No digo que después hubo otro alguien que vino a hurgarle sus bolsillos, y que había harta gente en el mercado, que el sol calentaba luminoso nuestras cabezas, pero que nadie hizo nada, y aquél le robó sus cosas al primero. No le hablo de la noche, clara y transparente como un vidrio, ni del perro que acaricié ayer y sentí ternura mientras lo acariciaba, ni de Ernesto y su pie tocándolo yo, como me dijo el hombre que lo haga (Ernesto cojea, y dice el hombre que sobando su tobillo yo lo puedo sanar). Está llena mi boca de silencio, vaciado de palabras mi pasar.

2 Comments:

Blogger Unknown said...

Las razones siempre existen queramos o no.

11:05 a.m.  
Blogger Luna said...

a veces los silencios dicen mas que las palabras..
a veces los silencios terminan desnudandonos el alma.

1:27 a.m.  

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