jueves, mayo 11, 2006

gatito

Ven gatito, come de mi mano. Yo sabré tomar, mimar y arrullarte, hasta saciar todas tus hambres.

Así diciendo se tendía ella, lánguido el cuerpo.

Mientras él, desnudo como el pan, declinaba los muros, ensanchaba el alma (tan extensos habían sido el tiempo, el hambre). Y cruzando el borde, penetrando aquél tacto delicado, sintió como llegando a casa, como acurrucado entre sus mantas.

2 Comments:

Blogger Oruro Nogales said...

Claudia, quisiera recordar aquí a Guillermo de Aquitania, Conde y trovador francés del siglo XI, con su poema Gato. Mujer y gato tiene espíritus elocuentes, en este post propones incorporar al varón en el juego. De acuerdo. Entonces, podemos inferir que el gato es el espíritu erótico quer ronda tanto al varón como a la varona, y así lo expresas en tu lindo texto:

La elegancia miró a la Mujer y tras adorarla,
quiso superarla.
Lo logró al cobrar líneas y cabellos,
ojos de cristal y convertirse en gato, el ser más bello.

4:29 p.m.  
Blogger jorge angel said...

Un texto super corto, con una profundidad enorme.

besos

2:49 p.m.  

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