martes, septiembre 11, 2007

El decidor

Hay otro silencio, que es el que me nace cuando hablo con él. Dice las palabras, y es como si a veces quisiera decirlas todas. Van sucumbiendo las cosas ante él, que les da la vuelta, las hurga y las nombra (desnudas las cosas, se avergüenzan y se esfuman).

No deja nada para la noche de las voces.

Las voces mudas se duermen hambrientas. Yo duermo callada, y sueño en silencio.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Claudia, no dejes que el decidor sea el único que habla, tus palabras son bellas palomas de paz, mariposas de inquietud...si el decidor las cohibe antes de que vuelen no podremos perfumarnos con su aroma.
Que el silencio sea solo tuyo, no porque el decidor te cohibe...

6:01 p.m.  

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