lunes, marzo 03, 2008

Sandalias

Cuando Francisco llega a la casa de Matilde, se saca las sandalias, las deja tiradas al borde de las gradas. Natalia tarda, pero después también camina descalza el polvo terco de los albañiles.
Cae la noche. Las sandalias de Francisco, uno de los tiros despegados, la suela abierta y tierra entre medio y en todo, siguen en el mismo lugar. Pero si tenía unas nuevas, dónde están. ¿O no? ¿Tenía o no tenía?