lunes, mayo 22, 2006

Para mi madre

Ella cruza los adoquines calzada en sus taco aguja y piensa "yo puedo".
Ella cambia la ciudad agreste por la selva enmarañada, y destroza una serpiente en las bisagras de la puerta: "yo puedo".
Ella se somete a un examen de rutina y descubre su carne cansada: "yo puedo".

Si vos pudiste, delicada mujer de ojos grandes, yo también.

1 Comments:

Blogger jorge angel said...

Gran fuerza la de una madre que inculca ese "yo puedo".

besos

9:53 p.m.  

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