viernes, noviembre 02, 2007

Sin niños

Apenas cierro la puerta tras los niños que ya se han ido, mi casa se vuelve una casa cansada. Los calcetines sucios en el pasillo, que hace poco me encrespaban, son ahora una seña triste. Las ventanas abiertas permanecen mudas. Las angostas camas destendidas parecen un vacío amenazante. Las ropas, olorosas de sus cuerpos, se tienden inmóviles y vacías.

Los niños no están, puedo hacer tantas cosas.

Pero ellos no están, y yo estoy sola.

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Que habilidad que tienes para describir y revivir los momentos, las experiencias cotidianas, los sentimientos... Por ejemplo, la soledad cuando tus niños se van, o el ingenuo aprendizaje de las diferencias sociales...
Nos representas con tus palabras, y al leerte, recuerdos y experiencias se desatan...pero no sabemos, o nos nos damos tiempo para escribir...

11:43 a.m.  
Anonymous Anónimo said...

Y las trencitas sucias se duermen como bejucos de otoño en los ojales quietos.
Hay varias casas sin niños porque están en el trabajo o se inmolaron por Alá. Hay varios niños sin niñez y varios viejos sin perdón

6:32 p.m.  
Blogger Claudia, hija de Matilde said...

También hay niños divididos, de padres divididos. Niños con dos casas, y en las dos siempre hay alguien ausente.

7:01 p.m.  

Publicar un comentario

<< Home