domingo, octubre 08, 2006

el félix

son capaces todavía mis manos de hacerme las trenzas abrir la puerta rozar mis labios lo áspero lo seco mis manos sujetándome el corazón no llores no llores nadie no hay tiempo no hay no hay su cuerpo espalda ancha olor de azufre a la noche sobre mi almohada no hay su cuerpo mi cuerpo los niños preguntan temen lloran miran por la ventana salgo a buscarlo buscar un cuerpo no hay tiempo somos tantas

buscando

las manos sus manos tocaban mis senos manos de piedra en mi seno dónde está por dios entre las piedras saber que ya no vendrá salir a buscarlo mis niños por la ventana el tío callado su rostro silente la coca no alcanza no me alcanza sin cuerpo manos de piedra estará borracho suplico que esté borracho tirado en alguna calle por lo menos eso que sea el alcohol que esté que esté

todavía

el mundo se estremece dios nos grita en las orejas sujeten manos este pecho la sangre será ésta su sangre no llores mis pies caminando mis pies con miedo de irse dónde viviremos qué comeremos con qué pagaremos el fideo la grasa los lápices de qué de dónde de quién de nadie no alcanza buscarlo no alcanza encontrarlo no alcanza no te salgas corazón quédate

mudo

buscamos su cuerpo félix condori por favor doctor la lista félix condori sí condori ¿hay uno? cómo puede ser éste uno mi cuerpo azufre en mi almohada la noche que salió al rené le dio fiebre será éste lo huelo lo olfateo tras sus orejas es éste diciendo es éste el felix corazón no te salgas el mundo nos expulsa está silente el tío el félix la tierra la roca ya no nos quiere nos expulsa pum en nuestros ojos

pum

pedacitos del techo sobre mi cabeza me escondo se cae el techo gritan (pero mis niños) se cae el techo mis niños por la ventana quieren mirarme volver pum y gritan somos tantas buscando un cuerpo nuestro cuerpo aquí está el mío doña santusa encontré mi cuerpo doña santusa de dónde el fideo la grasa los lápices de dónde mierda quién me puede decir de dónde si éste era mi cuerpo pum pum el techo en mi cabeza que venga la muerte de dónde mierda pum ven desgraciada pum yo te voy a enseñar manos de piedra pum serán mis manos pum ya basta y el corazón hediendo de mina pum apestoso de azufre pum si mi cuerpo no se levanta pum me levantaré yo pum yo también sé mierda pum mierda yo también sé aguantar aguantaré la vida lo sucesivo de dónde los lápices y lloro la grasa lloro de dónde los niños somos tantas pum ha muerto todo pero el mañana sigue (félix) con su boca abierta doña santusa desorbitados sus ojos

¿ya lo encontró?

2 Comments:

Blogger un ciclista said...

Como tú la viuda del félix los bolivianos decentes lloramos a Huanuni en octubre. ¿Qué hacemos? ¿Seguiremos cómplices del modo de la economía grande, mundial que es en último término la que sujeta a los mineros cooperativistas o de la COMIBOL a la indignidad de tragar polvo y petrificar sus pulmones? ¿Vamos a, indignamente -- más indignamente que ellos, porque ni siquiera lo sabemos, ni nos damos cuenta -- aceptar todo sometimiento "profesional" ante los financiadores del proyecto para pagar la prerrogativa, privilegio, placer de día a día pisar -- con límites, con voz suave, prudencia y flexibilidad, pagando el sueldo mínimo y más -- las cabezas de las secretarias, mensajeros, empleadas, albañiles, mecánicos, maestros, tenderas que deben servirnos para sobrevivir, anudando una cadena en la que un eslabón son esos mineros que se mataron hace 7 días?

3:59 p.m.  
Blogger la mujer habitada said...

La dureza del texto hace renacer el puño que está ahogado en el pecho desde hace semanas...
El día en que la política se vuelve mujeres tragando escombros, la Madre llora.
Y lloramos con ella.

11:01 p.m.  

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