sábado, marzo 17, 2007

Así habla

Salen sudados de la capoeira y suben al auto. Natalia dice que Francisco no hace nada en la clase, que se sienta y no obedece al profesor. Francisco dice que sí hace. Natalia que no. Francisco que sí. Natalia que no. Francisco (enojado) que sí. Llegamos a casa de Matilde. Francisco a punto de llorar (de rabia). Bajamos. Natalia que no. Francisco que sí. Me dice: ya no quiero estar más con mis hermanos, me voy a la plaza. Han recortado el pasto de la plaza y pusieron un parque donde todo es de madera. No puedo dejarlo solo. Demasiados autos veloces en la calle, solía haber cleferos en la plaza. Mando a sus hermanos con él. Desde allá me mira con rabia.

Hay jugo de guineo (¡vengan a tomar jugo!). Natalia y Ernesto vienen ligeros. Francisco pesado detrás. Pucheros. Ojos rojos. En la reja, solos los dos, estalla en llanto. Que me dijo que quería estar solo, que lo he traicionado. Inútiles razones de madre. Tenso el cuerpo, puño en las manos. Francisco desbordado: no sé qué hacer, estoy confundido (así habla este mi hijo); siento que te odio (ruedan las lágrimas), que te odio, pero sé que te quiero (llanto y palabra enlazados) mucho...

3 Comments:

Blogger Valentina said...

Madre hay una sola...

(Gracias a Dios!!)

;)

10:46 p.m.  
Blogger Vania B. said...

Que sabio este tu hijo y qué bien expresa sus sentimientos.

9:25 a.m.  
Anonymous Anónimo said...

lagrimas compartidas entre estos niños de las aguas saladas (y de paso, sus madres)

7:09 p.m.  

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