miércoles, enero 25, 2006

Las mujeres de mi casa

Las mujeres de mi casa suelen morir de tristeza. Abren el pecho a la muerte que anida dentro. Rinden ellas la carne muda: viejas sirenas vencidas de cantar.
Las mujeres de mi casa suelen morir detenidas: después de callar el grito, se marchita el deseo y se extingue.
Mujeres ahogadas en un mar de serenidad.
Ha heredado mi cuerpo la tristeza de aquellas mujeres. También mi carne tiende a la muerte.
Por eso me entrego a las aguas profundas. Por eso busco las heridas del vacío y las lamo con ferocidad animal.
Deberé bajar a la noche
y vencerme en la noche.
Deberé desnudarme de silencios y obedecer la urgencia del celo y la cría.
Las mujeres de mi casa mueren de pena. Yo traiciono el abandono y la espera.
Mi carne pare el deseo: soy hembra.

1 Comments:

Blogger claudia said...

Que rara es esta vida. Hice un picture search en google por mi nombre...y tu apareciste. Yo tambien soy poeta, mas que todo en ingles. Me gusto mucho tu poesia, mujer. Buene espore que estes en contacto. --www.claudiapena.com

9:09 a.m.  

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