II.
Cuando frente al abismo (estaban las ballenas llamándome)
apago la vela y decido
no entrar.
Cuando aprisiono ciclones (relinchan tus caballos, abuelo)
en el pecho para recibir
a los niños.
Todo este cuerpo.
Tanto labio.
Tantos dedos.
La música del agua (abrir el círculo) por la tarde en Urubichá (acurrucarse dentro).
Tengo el hambre.
Tengo las fieras.
Tengo los flujos.
La esencia.
Y sin embargo (un mes más allá está mi vida)
no puedo.
Sudo a orines (me detengo). Tiembla palabra (miedo).
Cuerpo se ha ido (abrime Claudia la puerta)
cuerpo vacío (dejame entrar)
vacío
es vacía
de mí.
apago la vela y decido
no entrar.
Cuando aprisiono ciclones (relinchan tus caballos, abuelo)
en el pecho para recibir
a los niños.
Todo este cuerpo.
Tanto labio.
Tantos dedos.
La música del agua (abrir el círculo) por la tarde en Urubichá (acurrucarse dentro).
Tengo el hambre.
Tengo las fieras.
Tengo los flujos.
La esencia.
Y sin embargo (un mes más allá está mi vida)
no puedo.
Sudo a orines (me detengo). Tiembla palabra (miedo).
Cuerpo se ha ido (abrime Claudia la puerta)
cuerpo vacío (dejame entrar)
vacío
es vacía
de mí.
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