Ayer es hoy
Hoy desperté vencida. Ya desde la mañana, mis hijos y yo en la calle sin salida.
Después me llega, sin llamarlo, el recuerdo del sueño. Ya sin imágenes, sólo el recuerdo. Un sueño que no es pesadilla, pero que es denso y tortuoso, temido y odiado con el mismo vientre.
Otra vez aquella sensación de antes, del tiempo oscuro: todo es caer.
Los fantasmas del pasado retorciéndose, incrustándose anoche en mi garganta. Amarga la saliva al despertar, como si la vida no tuviera remedio.
Después me llega, sin llamarlo, el recuerdo del sueño. Ya sin imágenes, sólo el recuerdo. Un sueño que no es pesadilla, pero que es denso y tortuoso, temido y odiado con el mismo vientre.
Otra vez aquella sensación de antes, del tiempo oscuro: todo es caer.
Los fantasmas del pasado retorciéndose, incrustándose anoche en mi garganta. Amarga la saliva al despertar, como si la vida no tuviera remedio.