domingo, octubre 28, 2007

La respuesta a la pregunta

¿Cuándo somos realmente nosotros mismos?


Amor 77
Y después de hacer todo lo que hacen, se levantan, se bañan, se entalcan, se perfuman, se peinan, se visten, y así progresivamente van volviendo a ser lo que no son.

Julio Cortázar

jueves, octubre 25, 2007

Hola y chau

Hola, soy, quiero ser el fantasma por sobre, la sombra detrás, el espíritu dentro de los brazos que acaban en manos que tocan el teclado. Escribir en pantalla es fácil; basta que uno ordene a los dedos de las manos de los brazos que toquen, golpeen, acaricien, rompan las teclas del teclado. No siente uno vergüenza escribiendo, se explaya uno, hasta corre diciendo cosas.

¿Qué más? No mucho, porque me comí la lengua. ¿Cómo? Come.

Esto: que me gusta escribir, y chau. Hasta la próxima.

(Firma un intruso que se entró sin que nadie lo invite y lo soportaron, y se quedó el rato suficiente para poner esta entrada, que la titular de acá firmará, aunque, mentirosa, plagiosa, copiosa, no la haya escrita ella. Y si no, fijate vos abajo. ¿A ver? ¿Qué nombre pone? Te dije.)

El Trompillo

No es lo mismo volar en avión si te toca salir de El Trompillo. Para empezar, que llegar en taxi te sale diez pesos. Después, si te da hambre, puedes ser pobre y alimentarte. Una salteña, dos cincuenta. Una limonada, un peso. Vende un chico amable que va dando vueltas con su carrito por el aeropuerto. Mientras haces hora, te acercas a la ventana y ves el avión ahí, cerquita de vos. También hay un grupo de chicos deportistas que se burlan unos de otros, discuten sobre los horarios, arman casi una fiesta mientras esperan la salida del vuelo, sin meter ruido. Y cuando alguno parece no ver las señas del otro, mentira, las está viendo igual, aunque mire para otro lado. Cuando llueve en El Trompillo, los trabajadores de pista van y vienen con paraguas negros, a carrera en la lluvia. Y bajan los pasajeros, cabezas gachas, pasos cortos mojándose. A lo último las azafatas, intentando conservar la compostura mientras chapotean sus tacos en el agua inoportuna. Lo bueno de El Trompillo es que cuando llueve, no te da mucha vergüenza sacarte las sandalias, guardarlas en la mochila, y ponerte las chinelas viejas para disfrutar los charcos que te separan de la puerta trasera del avión. Y así, enchinelada, mirarás a un lado y verás las nubes negras todavía entremezcladas de sol, mirarás al otro lado y verás el agua derramándose sobre aquel lado por donde queda tu casa, y pensarás en Ernesto que cuando llueve construye diques en el patio, bate el agua y hace olas hasta derrumbarlos. Pensarás en Ernesto con los zapatos, el pantalón, la polera mojados, y Amelia ‘entrá Ernesto’, y Ernesto ‘pero si no estoy mojado’. Ahora que no estás, Ernesto la estará pasando súper batiendo el barro bajo la lluvia en el patio de la casa.

lunes, octubre 22, 2007

nosotros

lo nombro (ricardo)
me nombra (claudia)
nos deseamos buenas noches
él piensa que, de los dos, morirá él primero

sábado, octubre 20, 2007

Julia

Julia sonríe dientes grandes y fuertes. El pelo alborotado, los rulos escapándose del moño. Dicen que cuando va con las marchas, su grupo va bailando, cantando por delante, frente a los policías ocultos tras máscaras de gases y laques y chalecos antibalas. Dicen que en clase es brillante. La miro de lejos, leyendo lo mío. Después, mientras me abraza, la envidio. Hubiera querido ser como ella. Por qué no puedo ser como ella.

martes, octubre 09, 2007

Santa Cruz somos todos II

Hace 25 años, el pueblo de Bolivia recuperó su democracia para forjar en ella sus ideales de vida, sus sueños, derechos, espacios e institucionalidad efectiva. Pero esa democracia fue intervenida por una sucesión de minorías que gobernaron el país y devastaron la economía, subastaron nuestros recursos naturales, centralizaron y reconcentraron el poder con la participación activa de muchos de los descentralizadores de hoy. No debemos volver nunca a ese pasado.

Hoy es tiempo de la democracia participativa. Es tiempo de la autonomía incluyente. Es tiempo de que nuestros distritos de la capital sean municipios jóvenes y vitales. Es tiempo de elegir a los subprefectos, consejeros departamentales, subalcaldes y otras autoridades estatales por voto ciudadano para que florezca la democracia, para que el ciudadano sienta que los cambios llegan a su vida diaria.

Debemos cambiar el modelo de desarrollo económico productivo nacional. La crisis ambiental no es solamente una crisis ecológica, sino política, económica y social. Es la crisis de un modelo que depreda la naturaleza. Debe llegar la justicia económica, debemos modernizar la “locomotora del desarrollo cruceño”, de la cual sólo llega el humo a los más necesitados del progreso y a la ciudadanía en general. Hemos perdido el derecho a vivir en ciudades sanas. “El cielo más puro de América” es hoy un manto negro y nocivo que está afectando a la salud de millones de ciudadanos. El modelo productivo, pese a privilegios y subvenciones, es insostenible. Es necesario un nuevo modelo económico basado en una ética de sustentabilidad, en valores, sentimientos y saberes que renueven los modos de vida y las formas de habitar nuestra Tierra. Planteamos una pausa ecológica urgente y sin excepciones.

El mundo apuesta a la coexistencia pacifica entre distintas cosmovisiones, a los gobiernos de inclusión plena, a la existencia digna de todos, por el bienestar para todos. Pero aún hay quienes suplantan a las verdaderas organizaciones indígenas, a los pueblos que fueron y son parte vital de la lucha democrática, nombrando a dedo de manera folklórica a supuestos representantes en las instituciones que pertenecen a todos los cruceños. Rechazamos esa actitud de desprecio a las otras institucionalidades y aplaudimos la trascendental Declaración de las Naciones Unidas sobre los pueblos indígenas y su derecho a la libre determinación para autogobernarse. Planteamos que esta resolución tenga carácter vinculante a la Asamblea Constituyente.

La Asamblea Constituyente no es solamente “un” escenario de la democracia participativa, es EL ESCENARIO donde los bolivianos debemos construir el pluralismo, resolver los conflictos y conciliar el origen y la composición del poder, en vez de la reproducción del poder. Planteamos a los ciudadanos y ciudadanas retomar el proceso constituyente, involucrándonos participativamente en el mismo, inclusive más allá de su duración formal. Exigimos que el Estado traslade la Asamblea Constituyente a los pueblos, a los barrios, a las plazas, a las comunidades, hasta lo más recóndito del territorio nacional, para que ningún boliviano esté ajeno a su contenido, antes de entrar a un referéndum de consulta y aprobación. Sólo visibilizando el trabajo constituyente, socializándolo y difundiéndolo transparentemente podremos empoderarnos de esta histórica causa que quieren arrebatarnos desfigurándola, resaltando sólo la anécdota, publicitando la confrontación y ocultando sus logros. Si la Constituyente fracasa, habremos fracasado todos en el intento de construir una nueva Bolivia.


BOLIVIA ES DE TODOS, SANTA CRUZ SOMOS TODOS


Willy Rivero J.-Alejandro Colanzi Z. - Betty Tejada S.- Gisela López R.- José Ros I. - Claudia Peña C.-Jerjes Justiniano T. - Alvaro Puente C.- Carmen Elena Sanabria S.- José Mirtenbaum- Javier Mendez V.- Carla G. Ariscain G .- Miriam Suárez-Licy Tejada S.- W. Magali Cavero G.- Miguel Bustos- Eliana Torrico T.- José E. Parejas A.- Mario S. Portugal R.- Carlos A. Barrero S.-Carlos Guzmán C.- Majda Suleimar R.- Carla Ariscan G.- Alberto Serrudo R.- José Sánchez H.- Oswaldo Antunez O.- Benito Sensano M .- Juán Martínez C.- Eduardo Carrasco R.- Gerardo Villegas Q.-G.-José Sucre G. - Sergio Aramayo S.- Guadalupe Abrego-Alejandro Marat- Sara Crespo S.-Remigio Carlos-P.Carolina Villarreal T.-Rosario Lobariñas-José María Illescas-Alejandra Crespo S.-Rosa V.Suárez-Fernando Justiniano A.-Hugo Navia M.-Maura C. Tangara C.-Jeannete Beltrán D.-Alejandro Suárez-Hugo Nogales L.-Jorge Acuña T.-Jenny Ampuero J.-Victor Quelca Mamani-Lila Bacherer Solíz-Jorge Taboada-René Salazar T.-Nereida Vaca N.-Waminka Serrano L.-Roberto Vargas G.-Mariela Castro S.-Hernán Becerra-Shirley Alanoca G.-Nelson Alemán-Maria Elena Alvis-M. Antonio Amochuyé A.-Germán Antelo H.-Mauricio Añez B.-Leonardo Arteaga-Oscar Azogue R.-Cecilia Banegas F.-Weimar Barriga R.-Alberto Berazaín E.-Gonzalo H. Cava E.-Angela P. Calderón G.-Rosalía Callapino M.-Richard Camacho S.-Yeddaly G. Cárdenas P.-Marioly Centella B.-Silvana Cesari G.-Arsenio Chino C.-Richard Cruz P.-Rosso Cruz-Manfredo J. Cuellar-Shirley Elías L.-Victor Fernández-Alfonsa Galza P.-Jannette Giné-A. María Giné L.-Luís Felipe Gisbert-Gilda G. Gonzales B.-Roberto Gorestiaga-Ruth Guerra C.-Lola Gutierrez S.-Cecilia Heredia A.-Andrea Heredia del A.-Guillermo Ibáñez F.-Fernando Justiniano A-Yohany Limpias A.-Gerardo Luna V.-Irma Lizarazu P.-Jannet I. López M.-Lidia Luna Quispe-Tito Medeiros A.-Jessica Mendoza E.-Lourdes Molina R.-Angela E.Molina R.-Sigmar Montero Z.-Gustavo A. Moreno Z.-Hugo Navia M.-Freddy Alarcón C.-María E. Nuñez G.-Demetrio Ñumi U.-Hernán Ortuño A.-Eloy Peña P.-Jorge Perez S.- Carlos Ponce S.-Nelsón Ríos Campos – Ana Ribera – Fernando Rivero – Jhonny Arnaldo Rocha G – Alfredo Rocha A.- Omar Rodriguez F. – Luís Rodríguez M.- Eduardo Rodríguez R. – José Rodriguez V.- Hilda Rojas P. – Wilma Román V.- Edgar Marcos Ruíz M.- Ruth M. Salazar C.- Manuel Salvatierra N. – José Sanchez H. –Fernando Sanjinés M. – Vera L. Saucedo – José Miguel Solíz G.-Jasmani M. Toro – Jorge Vallejos V.-Miguel - A. Vargas C.- Cristina Vargas L. – Rolando Vargas N. –Adela Vargas N.- M. Luisa Vásquez.- Sabino Vásquez M. –Jorge Vespa B.-José Primo Villca.- Ariel Villamontes S.-Marcia Villegas – J. Luís Wayar A.-Indira Yandura M.-Carlos Yuli C.-Maricia Zamora – Karen Ojeda C.

sábado, octubre 06, 2007

Inminencia

Arrullada por el íntimo dormitar de la noche, podía distinguir el diminuto caminar del agua en aquella laguna, el murmullo de los árboles en lo oscuro, y el calor que se iba desprendiendo de la arena en la que se había recostado. En el cielo las estrellas. Entonces, del fondo mismo de aquel silencio empezó a brotar lento un susurro extenso y lejano, que se iba acercando. Parecía desperezarse desde el vientre de la tierra y a medida que se acercaba, a medida que su presencia se iba alargando, ella empezó a recelar. Se levantó y vio que allá lejos el horizonte se había manchado de negro, y que la negrura iba creciendo, cerrando un círculo alrededor suyo. Bajo sus pies cambió la arena, como si también hubiera abierto los ojos. Alerta, aguzó los oídos y percibió un galopar cada vez más cercano, que la iba rodeando, enclaustrando, sitiando. Como si cientos, miles de jinetes estuvieran cabalgando hacia ella, y eran jinetes feroces y hambrientos. El aire se volvió húmedo y espeso. La laguna, los árboles crecieron amenazantes como cuchillos. Entre el murmullo, antes lejano, ya podía distinguir los truenos, las nubes negras preñadas de pesados goterones de agua. Ya llegaban los caballos. Pequeña en aquella inmensidad, aspiraba asustada la lluvia inminente. Entonces sintió cada uno de los multitudinarios pasos sobre la arena que temblaba, y supo que se dirigían hacia ella, que la alcanzarían, que la sitiarían por fuera y por dentro, hasta vencerla por completo. La tormenta llegaba, invencible e inmisericorde. Sola, arreciado el cuerpo, erizada la piel, encogida, supo que no podría hacer otra cosa que no fuera entregarse.

miércoles, octubre 03, 2007

Francisco

Francisco pide dormir conmigo. Hace tanta calor, pero acepto. "¿No vas a trabajar?" me pregunta feliz, cuando ve que me acuesto al mismo tiempo que él. No le contesto. "Qué bien, antes siempre trabajabas", me dice.

Le toco el pelo, lo enrollo en mis dedos, y lo vuelvo a soltar. Él acerca su mano y la deja quieta, para que al moverse la mía, se rocen y se acaricien. Cuando pienso que ya está por dormirse, me habla. Me cuenta cosas de sus compañeras, pregunta si en el año 4043, cuando se supone que un meteorito destruirá el planeta, los hijos de sus hijos van a seguir vivos. Me dice que ya no le preocupa la guerra de robots del futuro, que ya no cree que eso vaya a pasar. Después, me cuenta de un deseo que tiene, y yo me digo que debo ayudarle a cumplir ese deseo. Y calla.

Se viene hacia mí y me abraza, su cabeza caliente en mi brazo, su pierna cruzada sobre las mías. Y se aquieta. Duerme.

Perro

Caminando por la calle de mi casa, abren una reja y sale furioso aquél perrito negro lanudo, que viene a pelearse con Amigo a través de mi verja. Viene directo a mí ladrando, como a morderme. Le grito, da vueltas a mi alrededor, nos amenazamos. Los dueños lo reprenden y lo enjaulan otra vez.

Antes hubiera tenido miedo. Pero ahora no.

lunes, octubre 01, 2007

Ahora

Somos viejos, me dice, y recién entiendo mi herida. Esta nueva herida de no ser única.

Somos viejos. Nuestros pasados, el de cada uno, nos hacen lentos, pesados. Desconfiados.

Ahora, sus días tienen un nombre. Es justo que así sea.