Pequeñas crueles puntas
Volví a caer sobre las rodillas. El año pasado sobre las piedras de caliza, las pequeñas crueles puntas. Esa vez (tan lejos de casa) el dolor casi me vence, pero después recordé quién soy y no lloré. Quedó de entonces una linea oscura. Hace unos días, resbalando me caí. Las rodillas. Se van marcando los caminos del fin.